Procesos de queja en caso de fraude

Emigrar es una decisión muy importante, probablemente dentro de las más importantes que uno pueda tomar en su vida. Después de tomar esta decisión es común que un candidato a la inmigración se pregunte si es pertinente que contrate a un intermediario para hacer su proceso. El deseo más grande, cuando contratamos a un profesional, es que todo salga bien y que no haya ni error ni estafa.
Por eso es importante saber que hay un proceso de queja en caso de fraude y que este proceso de queja es sencillo. El Consejo de Reglamentación de los Consultores en Inmigración de Canadá (CRCIC) obliga sus miembros a indicar a sus clientes cómo quejarse de ellos en caso de problema (obviamente después de haber intentado arreglar el motivo de queja directamente con su asesor). Esta medida brinda mucha seguridad a los clientes en un contexto en el cual durante años se han visto muchos fraudes por parte de asesores en inmigración.
Claro está, antes de poner una queja, es necesario primero intentar resolver su diferente con su asesor. En la gran mayoría de los casos, la fuente del diferente puede ser una comunicación inadecuada, o un error de buena fe cometido por el asesor o su cliente. También puede ser que el asesor haya hecho algo malo, de manera intencional o no, pero es importante hablar primero para ver cómo se puede rectificar una situación.
Eso estando dicho, hay veces en las cuales hay, desgraciadamente, un fraude, de mala fe y sin intención alguna de remediar a una situación. En este caso, los procesos de queja se encuentran en la página del CRCIC en francés y en inglés.
En los últimos 15 años la profesión de consultoría en inmigración ha sido más y más reglamentada y eso ha incrementado su nivel de calidad, sin embargo nada es perfecto y es importante mantener una vigilancia en caso de fraudes. Por eso esta nota puede interesar a aquellos piensan en contratar – o que ya contrataron – a un consultor miembro del CRCIC.
Cuando existe un problema con alguien que brinda un servicio (consultor de inmigración, abogado, pero también médico, arquitecto, comerciante o cualquier profesional) la reacción de muchas personas defraudadas es de no hacer nada, pensando que es inútil poner una queja o que hasta podría perjudicarlos. Es todo lo contrario, al quejarse ayuda a prevenir más fraudes y tiene buenas posibilidades de recibir algún tipo de reparación.